martes, 24 de mayo de 2011

Resignado

En la distancia, me parecía que por fin España daba un golpe de timón. Mirando a los ojos a todos los que han arruinado, se han aprovechado y han vendido el país, diciéndoles sin reparos: "No nos representáis, ni siquiera sois de los nuestros”.
Se han pavoneado, han mangoneado y han exprimido todos los recursos que esta tierra tiene. Tienen privilegios que el resto de los mortales no poseemos, no tienen que cotizar 35 años, ahora 37, se suben el sueldo cada año con la nueva legislatura, no rinden cuentas de su ausencia a las sesiones, tenemos una cámara totalmente inservible (léase Senado). Estos "próceres" de la patria han desaprovechado el mejor de los capitales que un estado puede tener, el humano. Miles de españoles bien formados, buscan un hueco en otro país, porque el suyo no tiene suficiente espacio para ellos. Han colocado a los amigos, a los primos, a los hijos, a cualquiera antes que a aquellos que estaban preparados para hacerlo. Ha n permitido, que el mercado, exprima a las familias, han consentido que las familias se endeudaran, para engrosar un ficticio crecimiento económico, han permitido que los bancos dieran prestamos inverosímiles para conseguir una casa sin apenas aval. Y cuando, el trabajador se ha quedado sin sueldo, han depreciado el valor de la casa, te la han quitado y encima tienes que seguir pagando la hipoteca. Han inyectado, tu dinero y el mío para salvar a la banca, y en lugar de nacionalizar a las entidades que han tenido que ser salvadas y procesar judicialmente a los gestores que las han llevado a la ruina por generar peligro social, permiten que estos se suben los sueldos, con tu dinero y el mío.
No se han quedado ahí, los mercados exigen que ahora ganemos menos, y que trabajemos más. Han sido mezquinos, han bajado el sueldo a los funcionarios, una medida populista, presa fácil del resto de la sociedad: "Que no se quejen que tienen sueldo fijo para toda la vida y encima no hacen nada”. Como si la condición de funcionario se ganara por nacimiento. Van a por nuestras pensiones, para obligarnos a contratar planes privados que no son rentables. Nuestros derechos se están minando. Éramos uno de los países de la Unión Europea con el sueldo mínimo más bajo, dentro de poco, el sueldo mínimo será el sueldo de casi todos.
La sanidad cada vez es menos publica, las administraciones invierten más en educación privada (concertada es el eufemismo) que en pública. El sistema democrático desencanta a la mayoría de la gente, que ni siquiera va a votar.
Pero a partir del 15M parecía que todo iba a cambiar, que el pueblo iba a tomar las riendas, sacando de forma pacífica a PP y PSOE de ese castillo inexpugnable llamado Ley d'hondt, cinco millones de parados y sus familias hacen mas de quince millones de votantes. Por fin, el pueblo iba a decidir su propio futuro. Pero la obstinación de aquellos que no votan por que ningún partido les gusta, los que no votan por estar hastiados, los que quieren mantener el status quo y los que piensan que votar a una opción aún mas liberal va a conseguir que tengamos un mejor futuro, han conseguido que el espíritu de cambio que sobrevolaba la península haya sido solo un sueño. Un sueño, que, ojalá me equivoque, llevará a la clase trabajadora a una pesadilla.

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