miércoles, 11 de noviembre de 2015

Doñana trail marathon 2015

Aunque el año pasado no estaba muy seguro de volver a correrla, al final, el gusanillo consigue picarte y te envalentonas de nuevo.
Otra vez 73 km a pie, que lo de corriendo es relativo. Un año después, en Puerta Jerez, preparado para recorrer los caminos que llevan a la ermita rociera.
Mira que soy poco sospechoso de tocar palmas, cantar o ponerme a la guitarra. Pero ya he hecho dos peregrinaciones a la ermita.

En junio decidí inscribirme en la carrera, no fuera a ser que me quitaran el sitio, incluso empecé a entrenar, pero la rodilla que me jodí el año pasado, precisamente en esta prueba, seguía doliendo. Así que paré.

Durante las vacaciones en Galicia, el tiempo es más propicio para entrenar fondo, porque las temperaturas no son tan extremas como lo son en Andalucía. Así que lo intento una vez más en julio, pero no hay solución.
Voy a un traumatólogo a principios del mes de agosto y tengo una inflamación en el tejido de Hoffa, ni idea, primera vez que lo oigo. Me recomienda fisioterapia y que no corra hasta las primeras cinco sesiones. Voy buscando un fisioterapeuta por la zona que tenga horario libre y no hay manera. Por ello, empiezo a correr muy poco a poco por unos preciosos circuitos en bosque que hay por la zona.
Poco a poco, empiezo a notar que incremento mi paupérrimo ritmo y que el dolor cada vez aparece más tarde.

Con mucho cuidado y tiento, voy incrementando las distancias de los entrenamientos y también las velocidades. De vuelta por Andalucía, la aclimatación es horrible. No soy capaz de hacer largas distancias por el calor y mucho menos ritmos rápidos. Y además, correr por asfalto no mejora la situación de mi rodilla. Pero, como el que sigue la consigue, un día hago 13,8 km en una hora. Otro día, corro hora y medía. Intento un entreno de medio maratón, el primero en mi vida,  y según mi ipod lo hago en 1 hora y 45 minutos. Unas semanas más tardes, siempre según mi ipod, hago la media en 1 hora y 35, de esta marca no estoy muy convencido. Y en la última tirada larga, dos horas, recorro 24´6 km. Si hubiera tenido un mes más podría haber hecho tiradas de tres o mas horas, pero así es como ha salido. Y la carrera ya está aquí.

El sábado amanece con una temperatura más propia de mayo que de noviembre. Se agradece el buen tiempo, pero temperaturas por encima de 25 en una prueba de este estilo es mucho calor, llamarlo carrera para mí es demasiado, ya que no voy a correrla entera, sino que alternaré carrera y marcha. En fin, temperaturas muy altas para pedir esfuerzos intensos al cuerpo.

Comienza la carrera y aunque no voy forzando, me sorprende que este año voy bastante cerca del coche de carrera. De hecho, cuando dan la salida oficial a la carrera en el puente de hierro de San Juan, puedo ver como salen disparados los primeros, cosa que el año pasado no pude ver.

Paso el primer avituallamiento en 55' teniendo en cuenta que son 10 km y hay que subir la cuesta de San Juan al carrefour y luego al Zaudín, no está nada mal. En el segundo avituallamiento, km 20, paso en 1h y 46 minutos, genial, en este tercer tramo se empieza a notar el calor, ya son más de las 10 y la temperatura ha subido bastante, mi idea es no alternar carrera y marcha hasta pasado el km 40, pero en el 25 la cabeza no puede y me pongo a andar. Me tomo unas sales y en cuanto las acabo a correr de nuevo, que si no, es muy difícil arrancar de nuevo, aún así el tercer avituallamiento, km 32 según la organización, lo paso en 2 horas y 45 minutos, aquí directo hacia el Quema, donde está el tercer avituallamiento,  20 minutos, la confusión es grande para mi, que no llevo gps, porque según la organización de uno a otro puesto hay 5 km, entonces he corrido en 4 minutos. Estos puestos, están demasiado cerca, y el siguiente avituallamiento no se alcanza hasta el km 52, "too much". Esta zona, desprovista de arboleda y con repechos de poca inclinación, pero muy largos, se hace dura y la hago casi entera andando. Llegando a Hinojos en 5 horas y 40 minutos.

Aún queda una media maratón. y el cuerpo no está para muchos trotes no he comido el bocata que llevaba, no me entraba por el cuerpo, bebo mucho, eso si, agua y sales en los puestos donde hay, y he tomado un par de geles y barritas energéticas.

Llevo un rato charlando con unos chicos de Badajoz y de Sanlucar, y así, en compañía, todavía es más difícil arrancar a correr. He acordado con el chico de Sanlucar ir andando hasta el último avituallamiento y empezar a correr a partir de ahí.
Vamos andando rápido por paisajes espectaculares, la señalización no está bien, el cartel de 65 km, está un par de km después de el de 60 con la consecuente confusión para la gente que no haya hecho la carrera nunca. Algunos han apretado pensando que ya solo les quedaban 8 km.

Tras llegar al avituallamiento, reponer agua y beber sales, le pregunto al chico que venía conmigo si empezamos a correr, pero tiene una pierna jodida y decide seguir andando. Yo empiezo a correr, a ver hasta cuanto dura.
Cinco minutos después, a mi me parece que llevo corriendo más de dos horas. Vuelvo a andar, mirando el reloj y según mis cálculos ya ni siquiera voy a bajar de 9 horas, con lo bien que empecé la primera mitad. Así que no me apetece correr más. En ese momento me alcanza un chico con el que había charlado un rato y me anima a que siga corriendo. Tres o cuatro minutos más corriendo y luego andando.  Vuelvo a calcular y voy a estar uno o dos minutos por encima de las nueve horas, no está mal bajar casi media hora, pero, el margen psicológico de bajar de las 9 horas va a ser muy difícil.
Así, durante varios periodos, alterno carrera, nunca más de 5 minutos seguidos, y marcha. Varios ciclistas de la organización intentan animarnos diciéndonos los km que nos quedan, pero se contradicen, uno te dice 4 y otro más adelante 6, así que no se les hace mucho caso. Así llego a la raya y al puente del Ajolí. La parte final, rodeando la aldea, la hago andando convencido que no voy a poder bajar de 9 horas. Pero cuando entro a la aldea aún quedan 5 minutos para las 9 horas y una chica me dice que solo me quedan 500 metros. Empujo a la cabeza para que tire de las piernas y sin saber como, se ponen a correr y van cogiendo ritmo. Ya veo la meta y voy a entrar dos o tres segundos antes de que den las 9 horas si esprinto. Voy acelerando poco a poco y cuando piso la alfombra que anuncia la llegada, no veo el marcador pero aprieto, suelto la bolsa con la comida, la basura y la camiseta, que he llevado toda la carrera colgada en la cintura, en el suelo para estar presentable en la foto y doy el último sprint.

Cuando levanto la cabeza, ya estoy dentro y me ha sobrado algo mas de 1 minuto y medio para hacer las 9 horas.  Así que supercontento, recojo la medalla, me coloco para la foto y pido turno en podología y fisioterapia. Aunque estoy cansado y me mareo en determinadas posturas, este año no estoy tan mal como el anterior. Ahora me apuntaría a más carreras como esta, pero ya veremos más adelante.
Contento por haber acabado y sobre todo por haber bajado de 9 horas con el calor que ha hecho.
Creo que la 4ª edición me espera, pero no adelantemos acontecimientos.















domingo, 1 de noviembre de 2015

Ciervos

Durante el periodo de la berrea, un amigo y yo intentamos hacer fotos de los ciervos que en esta época se encuentran muy activos y es más fácil verlos. El primer día fue de localización y tuvimos muchos avistamientos, y pudimos oír perfectamente la berrea. Pero, al ir en coche nos oían y se marchaban.
Encontramos un sitio perfecto para situarnos la semana siguiente y poder hacer algunas fotos, pero para nuestro infortunio, nos encontramos una cancela cerrada, y sin coche y con el material a cuestas, cuando llegáramos al sitio elegido ya no habría luz para las fotos. Así que, anduvimos un rato y nos situamos en un sitio que nos pareció adecuado, pero solo aparecieron de lejos.
Tras dos días de búsqueda y localización. Solo pudimos hacer algunas fotos en condiciones, y no demasiado buenas. A ver que os parecen.