domingo, 30 de enero de 2011

Consejos

Este es el correo que le envie a alguien que me pedía información sobre la vida en Canada.

Hola Ana.
Pues lo primero, si que hace frio. Muucho frio, de hecho la gente no sale a la calle. Ahora entiendes porque las ciudades estan hechas para el coche. Pues durante 3 o 4 meses el frio es tan grande que no se puede salir a la calle. Sales de tu edificio, te montas en el coche, y entras en el nuevo edificio.
Con respecto a si me quedo, aun no me lo han pedido, y yo no lo tengo nada claro. Hay dias que pienso que me quedo y dias que pienso que me voy ya. En un año no me va a dar tiempo a todo lo que queria hacer. Asi que ya veremos.

Con respecto a venir aqui al programa, tenéis que ir cambiando el chip de instituto. Yo trabajo en una Jr High, el equivalente a la eso en Espania. Y no tiene nada que ver con Espania, aqui los profesores no son especialistas, lo mismo ensenias E.F. que Salud, que Espaniol, que Ciencias, ese es mi caso concreto y estuve a punto de enseniar Religion. Los horarios son mucho mas jodidos que en Espania. Minimo de 8 a 3, 6 bloques diarios, excepto el jueves, que tienes 5. Ademas, al menos en mi escuela, tienes que ayudar en actividades extracurriculares, yo ya ayude en la preparacion del Cross, ahora entreno al equipo de baloncesto, hasta abril y luego al equipo de atletismo.

Con respecto a la gente de Calgary no se nada. Se que hay gente que lleva 2 anios, asi q no les ira mal. El mejor consejo que le puedo dar es que ahorren bastante, minimo 10 mil euros, porque van a tener muchos gastos y compren un coche en cuanto lleguen o lo alquilen. El coche es completamente necesario, al menos en Edmonton. Calgary tiene una mejor linea de LRT (metro), y creo que casi nadie compro coche en Calgary. Pero en Edmonton me llevaba una hora llegar al cole y solo estaba a 5km de casa. Y lo ultimo que quieres es despues de jornadas de 9 y hasta 10 horas, es tardar una hora en llegar a casa.

Con respecto a la entrevista, preguntas tipo, como organizas la clase, que harias para mantener la disciplina, pero lo mas importante es que la vean con ganas de venir. (De todas maneras en Spaniards.es puede encontrar una bateria de preguntas si va al foro de profes visitantes) Dispuesta a enseniar cualquier cosa. Abierta a echar muuuuchas horas. Aqui se trabajan 15 dias mas que en Espania. Incluso en Secundaria, hay que echar muchas horas despues de las 3. Apenas hay festivos, entre el segundo y tercer trimestre vamos a tener dos festivos. Dos dias en semana santa (porque estamos en el distrito catolico) y el Spring Break. Y en el primer trimester solo tuvimos 3 dias de fiesta. Y eso que las clases empiezan el 1 de septiembre y los profes tiene que ir desde el 30 de agosto.

Si tenéis mas preguntas podeis hacerme las que querais.
Luis

lunes, 24 de enero de 2011

Un finde sin prisas

Por fin. Un fin de semana más o menos libre. Dejando a un lado, clases, correcciones y torneos de baloncesto. Este finde ha sido un poco más divertido que los anteriores. Claro, que el buen tiempo ha contribuido mucho. Eso, y que el equipo al que entreno perdió el primer partido de los play off del viernes, si no habría sido un viernes muy duro.
Si trabajas en una Jr High, como es mi caso, no solo tienes que preocuparte de la parte curricular, también has de colaborar en actividades extracurriculares. En mi caso, yo he participado en el Cross, ahora entrenando al equipo de baloncesto Jr y más tarde tendré que ayudar con el atletismo en pista.
En fin, que inesperadamente, el viernes acabé antes de lo que creía. Así pude descansar y el sábado ir al gimnasio. Segundo intento de hacer algo de ejercicio. Después de desayunar y convocar a todos los españoles que conozco. Fuimos a Whyte Avenue, a ver las esculturas de nieve. Es como el festival que hay en China pero en pequeño. Esperaba algo mejor, pero bueno, un rato de caminata al sol y ver otras cosas diferentes no está mal. La gente se ha aburrido pronto, así que proponen volverse a casa, y yo propongo tomar un café en un sitio calentito, antes de volvernos. Fuimos a Chapter, que dentro tiene un Starbucks. Chapters es una librería tipo Casa del libro. He encontrado la sección de comics, y aunque hay cosas muy interesantes, no son muy baratas.
Después de un “café”, porque aún no he encontrado un café bueno en ningún país anglófono. Cogimos el LRT, (metro) y para el centro. Yo no tengo ganas de irme a casa, así que propongo tomar una pinta en “The Pint” y la gente acepta. Carolina propone cenar y hemos cenado allí, hoy dos hamburguesas, di adiós a los 3 días de gimnasio. Carolina pidió un arroz que estaba muy bueno, y Sabela unas “Canoas estofadas”, María y Jennifer algo parecido a los nuggets pero de queso. Mas charla y mirar un poco el hockey y a alguna camarera 
El domingo me despierto temprano, pero no hay ganas de gimnasio. Carolina me propone ir a patinar sobre hielo a uno de los parques. La idea es genial, ya que hace un día precioso, aunque bastante viento. Ella no ha patinado nunca y yo solo dos veces en Sevilla. Buscamos un parque del que nos han contado que tiene un lago en el que podemos patinar y allí que vamos. Hay mucha gente. Pero no está masificado. La zona de River Valley tiene unos parques alucinantes. Hay muchos y son espectaculares.
Alquilamos los patines, y el tipo que nos los alquila flipa con mi dni y nuestra nacionalidad. Al principio, un poco tensos por la inseguridad, luego yo me he soltado pero Carolina seguía muy tensa, aunque cada vez iba mejor. Después de una hora, y una pequeña caída, Carolina se ha cansado y le hemos dado una vuelta al parque en el coche. No es muy grande, pero puedes ver el rio completamente helado, correr, hay gente esquiando e incluso haciendo barbacoas. ¡Si, haciendo barbacoas a un grado sobre cero! ¡Tenemos que venir a esquiar!.
Tras este día de relax. Llegar a casa y terminar el finde corrigiendo controles, y con un cansancio horroroso. Eso ha sido la peor parte del fin de semana. El próximo, empiezo las clases de hockey hielo.

lunes, 17 de enero de 2011

La Nevada con mayusculas.

Con un poco de prisa, como siempre, me siento a escribir este post. Tengo ganas de contar las dos últimas semanas. No ha parado de nevar. Todo esta alucinante, pero al mismo tiempo peligroso y hermoso, vacio y activo, silencioso y helado.

Hace dos fines de semana empezó a nevar y no ha parado todavía, diez días después. No ha sido continuo, ha habido largas treguas, pero no hemos subido de los menos 20 grados.

Y aunque eso es lo que el termómetro marca, la sensación térmica, ha sido la mayor parte del tiempo de menos 30, llegando en muchas ocasiones a menos 35 C.

Como podéis imaginar la nieve deja un aspecto muy bucólico en toda la ciudad. Pero el primer fin de semana las carreteras estuvieron impracticables, aunque no dejaron de limpiar en todo momento.

El lunes estrenaba coche y todo fue genial hasta que entre en la barriada del cole. Lunes por la mañana y no habían limpiado más que las calles principales. Mi pequeño Toyota Echo, se quedo casi a las primeras de cambio. En parte por su culpa, en parte por mi inexperiencia conduciendo en esta cantidad de nieve. Que por lo visto es exagerada incluso para los nativos.
Un alma caritativa me empujó para sacarlo, pero lo hizo hacia atrás y cuando volví a intentar pasar, de nuevo me atasqué. Un segundo ángel me ayudó, y esta vez lo empujamos hacia delante y pude llegar al cole, después de 20 minutos atascado.

He descubierto un nuevo recorrido que me lleva al cole por calles mas anchas y que suelen estar limpias. Ahora solo tengo que tomar dos calles pequeñas y están tan cerca del cole, que si me atasco, dejo allí el coche.

El martes, aun mas temprano, pues ahora también soy el entrenador del equipo junior de baloncesto y tengo que entrenarlo a las 7 am, seguí este nuevo itinerario y fue mas fácil. Pero en un momento, la trazada que estaba siguiendo era más ancha que mi Toyota, así que si ponía la rueda en un lado, el otro lado se levantaba casi 30 cm. Y entre la pendiente, el hielo, y la velocidad de algunos conductores, aquí hay que andar con mucho cuidado para no tener problemas.

Fue una semana de trabajo y casa, casa y trabajo. Mucho más que las otras, ni siquiera bajamos al Hudsons el bar que hay a 50 metros de casa. La verdad es que no apetecía.

Pero este fin de semana hemos salido. Sigue nevando y parece que seguirá hasta mediados de la próxima semana. Por lo visto, se están batiendo records en días seguidos nevando y las cantidades que están cayendo. Podré decir que yo estaba aquí, cuando pasó.

Este fin de semana, no han limpiado las calles, pero aquí todo rueda, nada se para. La nieve llegó en octubre, pero el invierno real lo hizo en diciembre. Era lo que me apetecía experimentar, algo totalmente diferente a Sevilla. Aunque si no hubiera records tampoco pasaría nada.
El hecho es que me encanta, quizás porque solo es para un año, o quién sabe, tal vez dos.

viernes, 7 de enero de 2011

Vivan los Reyes, pero solo los Magos.

Como buen republicano, nunca me gustaron los reyes, sobre todo si lo son por la fuerza, por voluntad divina o por razón de sangre, y menos si tienen una vida de lujo a costa del pueblo. Aunque esta animadversión se vuelve cariño con los Reyes Magos, si bien, estos, solo son reyes en la tradición española, pues en su nombre ingles “Wise Men”, se les considera sabios. Algo que me seduce mucho mas.
Como decía, estos son los únicos reyes que me gustan y es que la opción republicana pasa por una mezcla de San Nicolás, mitología nórdica y márquetin de coca cola, si, aunque no lo creáis, Santa Claus tiene mucho de coca cola, mucho más de lo que pensamos.
Y aunque como buen Andaluz, no debería importarme la llegada de nuevos colonizadores culturales, pues eso enriquece las tradiciones si se es capaz de asimilarlas sin perder las antiguas, este tipo me parece el abuelo perfecto, tan perfecto, que todos diríamos que está fingiendo ser quien no es.
Y la mas importante razón, por la que defenderé a capa y espada a nuestros Reyes Magos son las vacaciones navideñas. Cuando Santa Claus llegue a imponerse, y lo hará, a nuestros queridos Reyes, me entristeceré dos veces, la primera por la perdida de diversidad cultural y la segunda por la perdida de nuestras vacaciones. Y creedme, se de lo que hablo. Estoy escribiendo este post, después de trabajar tooooooooda la semana, incluido hoy, le Epifanía del Señor, (y eso que estoy en un cole católico).Y lo mas duro es que nadie sabe que es eso que echo de menos.
Ayer me asome un par de veces a la terraza y a mi ventana y mi terraza queriendo ver a los niños esperar la Cabalgata de Reyes y a la gente pelear por coger caramelos. Por supuesto no conseguí verlos.
Aun así no me resistí a no poder coger caramelos la noche de Reyes y por eso me fui al supermercado y compre caramelos. Como mi compañera no había llegado, abrí las bolsas y arroje caramelos al aire para recogerlos con avidez, como si tuviera competencia. Cuando llegó mi compañera repetimos la acción, y nos reímos un montón.
Por la noche, dejamos los zapatos junto la chimenea, porque si los hubiéramos dejado en la terraza, por la mañana habría que haber metido los zapatos en el microondas, y ¡sorpresa! Vinieron los Reyes Magos. ¿Quién se atreve a decir ahora que no existen? Llegaron a Canadá y sin haberles escrito la carta. ¿Puede decir Santa Claus lo mismo? Mientras estuve yo en España, no dio señales de vida.
Gracias a Melchor, Gaspar y Baltasar por mantener la inocencia de todos año tras año.

jueves, 6 de enero de 2011

El retorno y por desgracia no era el del Jedi.

Tras siete días de fiesta y ver amigos y familia. Los dos últimos días los he dedicado a descansar. La tristeza se apodera de pensamientos y aunque está bien volver a ver Edmonton y a mis compañeros de aventura, me puede la nostalgia.
De todos modos me entristece mucho dejar a mi familia, y perderme la noche de Reyes que me parece la más bonita del año.
El miércoles me levanto temprano cuando empiezo a guardar todo: No puede ser, el carnet de conducir ha desaparecido. Estuve conduciendo por toda una semana sin él, y maldita la hora en la que decidí cogerlo por si me paraban en algún control.
Busco como un loco, por mi casa, por la de mis padres, por la mía de nuevo. Nada, y tengo que comprar o alquilar un coche en Edmonton. Esto es increíble. Se me ocurre que puedo ir a una agencia donde te gestionan la renovación y eso hago. Imposible, allí solo gestionan las renovaciones, no las perdidas. Me aconsejan ir a tráfico, pero no tengo fotos para solicitarlo. Voy a casa y por el camino pienso que “What the hell…” con el internacional, que dejé a propósito en Edmonton por si ocurría esto, es suficiente.
Mientras pienso esto, Carolina me llama y me dice que sus maletas han llegado. La mía ya estaba en el aeropuerto, pero dudo que lleguen antes de que me vaya a Madrid.
Cuando llego a casa, mi padre me dice que me acompaña a tráfico, y el espera en el coche para que no tenga que buscar aparcamiento. Cuando llego a tráfico, la cola, solo para información es enorme. 10 minutos después, he pagado 20 euros y tengo que esperar por más de 35 números. Me sorprende que a pesar de haber solo dos ventanillas atendiendo los números pasan muy rápidos. De repente solo una ventanilla comienza a atender y se ralentiza la cosa. Y ya son más de la una. Al final, llego a la ventanilla a la una y media y me dan un cartón con el que puedo conducir por España, pero no por el extranjero. He perdido el tiempo para nada, pues resulta que ese cartón no lo voy a usar y que el carnet internacional ya lo tengo en Edmonton. Al final, todo a la carrera, empaqueto las pocas cosas que me iba a llevar, pero ya sin prestar atención a lo que llevo. Al final, no he podido disfrutar los últimos minutos con mis padres.
Mi padre me lleva al ave y allí me despido, la peli ya la he visto y se hace eterna la llegada a Madrid. Carolina no ha llegado aún a la estación. Así que no me puede recoger. Cuando llega vamos a dejar las cosas y a tomarnos algo con sus amigos, que parecen bastante simpáticos.
Al día siguiente supertemprano al aeropuerto, con mi maleta aún por llegar a Sevilla. El primer y segundo vuelo salen puntuales. El segundo llega con un poco de retraso. Tras más de tres películas y sin apenas haber abandonado el asiento. Llegamos a Calgary. Corre y pasa los controles, recupera la maleta, si hay suerte, pasa aduanas, deja la maleta de nuevo y ve a la sala de embarque de un aeropuerto que no conoces. Todo a la carrera. Justo al llegar, desaparece de las pantallas nuestro vuelo a Edmonton. Dos horas esperando es demasiado, aunque peor fue lo de Frankfort. Hablo con mis padres un poco, usando el teléfono de Carolina, el mío para completar el día se terminó de estropear ayer. Mis padres, imagino que por la hora, los pillo dormidos, me hacen preguntas un poco absurdas después de saber que ya estoy en Canadá y que aún nos queda otro vuelo.
Cuando por fin, anuncian nuestro vuelo, “My God…” esto no es un avión, es un autobús, 12 filas de 4 pasajeros. Es un avión de hélice. Al principio acojona, pero luego vas tan cansado que te da igual el avión y que hasta haga frio en él.
Al llegar a Edmonton, nos recogen y a casa. La verdad, es que había sido un día muy duro mentalmente, tan pronto estaba de bajón como de subidón. Una vez en casa, a dormir sin cenar y a echar de menos Sevilla otra vez.