miércoles, 17 de noviembre de 2010

Llego el frio de verdad

Hoy ha caído una nevada impresionante, el frio en la calle es bastante grande, hoy tendremos de máxima menos 12 grados, no está nada mal.
Las carreteras estaban bien a las 6 de la mañana, pero ahora y tras toda una mañana y todo el afternoon nevando, las carreteras solo se distinguen gracias a la huella dejada por los coches. Ahora no hay diferencia entre carretera, parques o aceras. Todo está blanco inmaculado.
Es curioso que esta nieve tenga un tacto diferente, no es que yo sea un experto en nieve, ni mucho menos, pero parece más polvo que nieve.
Le hemos cambiado al coche las ruedas de verano por las de invierno, que son un poco más estrechas, están hechas de otro tipo de goma y tienen un dibujo más profundo.
Esta noche tiene que caer una tormenta de nieve que durara desde hoy a las 5 hasta mañana por la mañana. Hoy precisamente que tenemos una conferencia de un escritor español y que quieren que salgamos con él a tomar algo. Hoy precisamente que lo que apetece es meterse en casa y no salir.
En fin, esta semana ya va por la mitad y mañana quedara un mes para volver a Sevilla. Por una parte tengo muchas ganas de volver, ver a mi familia, mis amigos, estar de juerga por Sevilla, todo eso me llama. Por otro lado no tengo ganas, ya que eso supone volver a empezar aquí, regresar en enero, habiendo disfrutado de la vida andaluza, va a hacerse duro, sobre todo cuando te cuentan que lo más duro viene en enero y febrero.
Aun sigo sin coche y ahora noto que tengo que comprarlo lo antes posible, mi ropa no es la adecuada para esperar el autobús o para andar por la calle.
Ayer cuando volvía del cole a las 3 y pico, decidí no coger el segundo autobús y regresar andando, ya que más o menos tardo lo mismo, entre llegar a la última parada y esperar al siguiente bus, que bajar varias paradas antes y comenzar a andar.
El ambiente era frio, pero la solo sentía frio en las zonas que llevaba descubiertas, la sensación era agradable y sobre todo diferente.
Hoy la cosa cambia, hoy no sé cuantos grados hará cuando deje la escuela, pero bueno, iré en coche a la conferencia. Mañana cuando tenga que volver en bus a casa, es cuando veré la real diferencia, porque dicen que irá a peor.

16 de noviembre de 2010

domingo, 7 de noviembre de 2010

This is oilers' country


Ayer fui a un partido de los Oilers, el equipo local de Hockey de la ciudad. En esencia es similar a un partido de fútbol, mucha gente con camisetas del equipo de la ciudad, algún valiente con la camiseta del equipo foráneo, lo que aquí supone hacer muchos kilómetros porque la liga de hockey la juegan equipos americanos y algunos canadienses y ambos países son enormes.
Me sorprendió que puedes beber alcohol dentro del estadio, eso sí, no puedes comprar más de dos bebidas cada vez, pero puedes beber incluso whiskey. Aunque fuera del estadio no se te ocurra beberlo. Es muy extraño. No está permitido fumar en el estadio y la gente lo cumple, no como en España.
Mientras empieza el partido y en los parones, siempre hay algún espectáculo para ver o sorteos o enfocan a la gente en la pantalla gigante (normalmente chicas rubias o parejas que tienen que besarse cuando los enfocan, niños orgullosos de su equipo y tipos con un nivel de alcohol alto en la sangre).
El juego es divertido, pero necesitas ser rápido para seguir el puck, a veces, le pierdes la y es difícil encontrarlo por su tamaño. Hay muchos cambios y no se hace pesado, de vez en cuando hay peleas entre los jugadores, que antes estaban permitidas y los árbitros dejaban continuar hasta que alguno caía al hielo. En este partido me sorprendió que los árbitros no permitieran las peleas e intentaban separar a los jugadores antes de que cayeran al suelo. No sé la razón exacta pero creo que se debe a una pelea que sucedió al principio de esta temporada que tuvo consecuencias graves.
El hockey es el deporte nacional aquí, igual que lo es el fútbol en España, si vas a un bar puedes verlo lleno cuando juega el equipo local, hay rivalidades parecidas a la Sevilla-Betis, y siempre hay algún osado con la camiseta del equipo odiado. El alcohol fluye en cantidades industriales, aunque aquí el liquido favorito es la cerveza. La gente grita cuando hay goles y se enfada si son en contra. Aunque alguno que otro insulta al árbitro, no es tan frecuente como en España. Aunque por ahora parece que hay pocas peleas para todo el alcohol que beben. A la hora de animar en el estadio son muy sosos, al menos en el partido al que fui. Solo tenían una frase que repetían y no con mucho entusiasmo, para colmo, era la misma que usaban los seguidores del equipo foráneo cuando fui al partido de football, parece que no son muy imaginativos. (Let’s go Oilers versus Let’s go Riders).
En el partido de ayer perdió el equipo local por uno a tres. Aunque la estrella local marcó un gol, luego no fueron capaces de remontar el partido. Por cierto, la estrella local estuvo comprando el sábado pasado en la misma tienda que yo, de hecho estaba detrás de mí en la cola de la caja, pero yo no supe quien era hasta que le pidieron fotos y autógrafos, si hubiera sido avispado hubiera comprado una gorra del equipo y me la hubiera firmado la podría haber vendido por unas pelas.
Resumiendo, fue un buen espectáculo y divertido. Merece la pena verlo por una vez.