sábado, 14 de agosto de 2010

La partida

¡Ya si! Ya no hay vuelta atrás. Casi ha llegado el momento, la hora no está fijada, pero si el rumbo. Ahora toca descubrir. Descubrir paisajes, descubrir lugares y personas. Descubrir de que pasta estoy hecho. Saber si solo soy un osado inconsciente que no es capaz de evaluar sus posibilidades reales y tiene una percepción distorsionada de sus capacidades (En adelante competencias, que hay que adaptarse al nuevo lenguaje pedagógico. No vaya a ser que los pedagogos y psicólogos de la educación no vendan nuevos libros)o realmente soy una persona con una "competencia adaptativa" y es capaz de desenvolverse en diferentes medios y situaciones. Y si soy un "profe experto" que tiene la "competencia comunicativa" suficiente para transmitir y ayudar a la generación de conocimiento hasta en otra lengua.
De todos modos, la mejor manera de aprender a hacer, es haciendo, así que...
Dentro de unos días se abre ante mí un mundo. Un mundo distinto, lejos de mi casa, diferente, maravilloso y por conocer. Un mundo que está esperando a que este Algodonaleño conquiste los páramos de Edmonton.
Probablemente me sorprenda con paisajes y experiencias, con vivencias y sentimientos, diferentes quizás, alucinantes seguro y emocionantes también.
Tal vez trabaje mucho, tal vez no viaje como me gustaría, tal vez no me adapte. Pero, como me gusta pensar, la vida no es mas que un cúmulo de momentos, y cada momento es único, pero algunos serán irrepetibles. Todo eso me hace sentir, que el mundo es enorme, y que somos menos que una gota de agua en el mar. Insignificante, insignificantes serán mis vivencias viendolas desde la perspectiva de que soy un individuo dentro de un colectivo de 6 mil millones. De todos modos, soy el protagonista de la película que estoy viviendo. Y en esta película el próximo capitulo se rueda en exterior. Un exterior que espera ser coprotagonista del argumento, en el que puede que aparezcan extras y artistas invitados, pero que sin lugar a dudas dejará una impronta importante en el espectador, ese espectador que al mismo tiempo es protagonista, ese espectador activo que voy a ser yo.
Este gusanillo que ya me recorre el estómago, ese gusanillo que de repente me lleva a la euforia y me hace gritar: ¡Canadá voy para allá!, es el mismo que unas horas después me hace sentir que mi lugar está en la cálida Andalucía y no en la fría Alberta. Pero la partida está aquí ya y no quiero perder la oportunidad de viajar conmigo a un viaje tan lleno de posibilidades. Incluso abierto a no estar cerrado. Por eso, partir con la fecha de vuelta pero a largo plazo, no me está afectando en demasía. Nunca había estado tanto tiempo fuera de Andalucía, incluso cuando trabajaba en Extremadura volvía cada fin de semana. Tengo un montón de proyectos que iré contando cuando vayan realizandose. Pero esto tambien tiene un coste, dejar de ver a los míos, mi familia y mis amigos. Mi esperado concierto de U2 para el que tengo entrada, en mi ciudad, Sevilla.

2 comentarios:

  1. Vas a crecer (más) por esas gélidas tierras.

    El ágape, los caldos, las viandas y los amigos del sur seguirán por aquí, seguro.

    Tú aprende, y vive, que hay más días que ollas.

    eNERGY positiva para ti.

    Un abrazo.

    Salud_ AGU ;)

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