miércoles, 7 de julio de 2010

Noche de ego

QUIEN por Luis Marin
Se que mi alma está rendida
a tus ojos y tus labios.
Se que la tuya engreída
no valora mis abrazos,
pero el tiempo justo y ciego
partirá en mil pedazos
la cadena que me lastra.
Mientras tanto, me propongo
olvidarme de tus besos,
ocultarme a tus palabras
que vacías y presuntuosas
se disfrazan del color rosa
de amistad mal entendida.
Y aún sabiendo que preciso,
de tus manos y tus dedos,
es mejor perder la vida
que vivir con la esperanza
de volver a ser tu fuego
mientras otro se consume
en tu cuerpo y en tu lecho.
Y aunque oigo tus plegarias,
y aunque tus suplicas escucho,
ya no creo en tus promesas
y mucho menos tus lamentos.
Que al final solo pretenden
ahogarme en mis recuerdos,
asfixiarme en tu memoria.
Buscando la luz
que tu juego me oculta.
Y en la oscuridad de mis ojos
se esconde el dolor de los tuyos.
Ojos de hielo que creí derretir,
ojos de miedo a ser feliz,
ojos que el cielo
apartó de mi.

YO por Luis Marin
Y en la búsqueda incesante
de mi alter ego
encontré un camino
sin baldosas amarillas
con canciones de piratas
y secretos mal guardados.
Y en la búsqueda inquietante
del amor desesperado
te encontré en mi camino
ocultando tus motivos,
regalando tus afectos
y llorando tus pecados.
Y en la búsqueda imperante
de mi sitio en este mundo
descubrí que es el camino
de veras lo importante
Que correr o ir despacio
no te alejan del destino.
Y en la búsqueda inocente
del futuro que me espera,
ni tu, ni yo, ni el silencio,
ni las palabras escritas,
ni tan siquiera las hades,
condicionarán la senda
que me lleve hasta mi sino.

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