domingo, 7 de marzo de 2010

Capitulo uno

El sol hacía tiempo que se había puesto, pero todavía había restos de luz natural. Dos señoras caminaban despacio en una animada charla en dirección contraria a la mía. Un taxi se paró enfrente de la puerta del hotel y de él se bajaron 3 personas. La primera era un tipo corpulento, vestido de manera informal, unos vaqueros y una camiseta de la que sobresalían unos enormes biceps. Las otras dos personas eran dos mujeres, no eran dos jovencitas, pero si eran dos bellezas, estarían en la mitad de los 30, y si me preguntarais por la ropa que llevaban solo puedo deciros que no la recuerdo, porque dos pares de ojos,unos azules y otros dorados eclipsaron todo lo que había alrededor. Las dos mujeres salieron rapidamente del taxi y se dirigieron a toda prisa a la puerta del hotel que se encontraba a unos 20 metros en mi dirección. Durante esos breves segundos no pude quitarles ojo de encima, y la de los ojos dorados se dió cuenta de la situación y al pasar junto a mi lado susurró algo al oido de la otra, que soltó una sonora carcajada.
Seguí andando y al pasar por el lado del taxi, el tipo corpulento estaba pagando al taxista y recogiendo los equipajes. Su voz no sonaba clara, pero no parecía estar muy contento. En ese momento de una de las maletas cayó al suelo una cartera...

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